Un militar que se encontraba de centinela en una base militar del municipio de Hacarí, Norte de Santander, fue alcanzado por disparos de fusil provenientes de un francotirador ubicado en la zona montañosa cercana.
Los intentos de evacuación del soldado herido se vieron frustrados cuando el helicóptero destinado a trasladarlo a una clínica en Cúcuta fue atacado repetidamente, impidiendo su aterrizaje.
El Ejército ha señalado al ELN como responsable de esta acción violenta, que consideran una violación al Derecho Internacional Humanitario.
Este incidente se suma a una serie de ataques recientes contra las fuerzas de seguridad en la región, incluyendo la activación de campos minados y ataques con explosivos. Desde que el cese al fuego perdió efecto el 3 de agosto, se han reportado cuatro muertes de militares en los municipios de Convención, El Carmen y Teorama.
La situación ha generado gran preocupación en la región, donde el ELN mantiene presencia en 26 municipios, incluyendo zonas del Catatumbo, la frontera y el sur del departamento. Además de los ataques contra la fuerza pública, se han registrado atentados contra el oleoducto Caño Limón Coveñas, causando graves daños ambientales.
