El Batallón de Ingenieros de Combate N°30, sede de la Fuerza de Tarea Vulcano en Tibú, Norte de Santander, fue blanco de un ataque con artefactos explosivos durante la noche del miércoles. El suceso, atribuido al ELN, consistió en cuatro detonaciones cerca del helipuerto de la instalación militar.
Según fuentes oficiales, el ataque no dejó soldados heridos, aunque causó daños en la estructura del batallón. El Ejército Nacional calificó el hecho como un acto terrorista que viola los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
Las autoridades militares sugieren que el atentado podría ser una represalia por recientes enfrentamientos con el ELN que resultaron en la muerte de un integrante de esa guerrilla. La Segunda División del Ejército mantiene un dispositivo de seguridad para localizar a los responsables del ataque.
