420 niños y jóvenes, entre los 6 y 16 años de los barrios vulnerables de Montería, hacen parte del programa nacional “Música para la Reconciliación”, que lidera la Fundación Batuta, en convenio con el Ministerio de Cultura, y las Secretaría departamentales.
En Montería uno de los centros de formación, que se ubica en el Biblioparque Dávid Sánchez Juliao, alberga a 140 niños y adolescentes de los barrios VillaMelissa, Furatena, Los Araújos, El Recuerdo, la mayoría de ellos víctimas de escenarios de violencia y conflicto.
Con xilófonos, guitarras y flautas, tres profesores instruyen en iniciación musical a los niños, con el fin de proyectar sus habilidades y talentos, a la vez, que les brindan alternativas de esparcimiento productivas, que los alejen de los peligros de la calle.
Arturo Flórez, coordinador de la Fundación Batuta, en Montería, expresa su satisfacción por el trabajo que han logrado consolidar en los últimos dos años, dice que su mayor recompensa es que estos niños y jóvenes puedan aprovechar su tiempo libre sanamente, y ser educados a través de la música, para “convertirse en generadores de paz, reconciliación y constructores de una mejor sociedad”.
Muchos de estos niños, son hijos del conflicto, el desplazamiento y la violencia social que han padecido sus padres, por lo cual, ir al taller de música en las tardes, es más que un refugio, es su catarsis, ante la realidad, que quieren transformar.
Mientras aprenden a tocar los instrumentos, afuera otros, han tomado el parque y las zonas verdes para “hacer de las suyas”, venden y compran droga, ante el silencio de la autoridad.
Carlos Muñoz, líder comunal del barrio VillaMelissa, reitera el llamado a la fuerza pública y la administración municipal, para que se ejerza mayor control contra las “ollas” de microtráfico que confluyen en esta zona, piden que se abanderen proyectos de resocialización más incluyentes, que puedan brindarse nuevos espacios para que esta población encuentre el apoyo necesario para resurgir.