El grupo islamista Hamás entregó este jueves los cuerpos de cuatro rehenes israelíes al Comité Internacional de la Cruz Roja en Jan Yunis, al sur de Gaza. Entre los fallecidos se encuentran Shiri Bibas, de 32 años, y sus hijos Ariel y Kfir, de 4 años y 8 meses respectivamente al momento de su secuestro, quienes se habían convertido en símbolo del ataque del 7 de octubre de 2023. También fueron entregados los restos de Oded Lifshitz, de 83 años.
“Nuestros corazones, los corazones de toda la nación, están destrozados”, declaró el presidente israelí Isaac Herzog. “En nombre del Estado de Israel, bajo la cabeza y pido perdón. Perdón por no haberles protegido en ese día terrible. Perdón por no haberlos traído a casa con vida”.
La entrega forma parte del acuerdo de tregua vigente desde el 19 de enero, que contempla el intercambio de rehenes por prisioneros palestinos. El convoy que transportaba los cuatro ataúdes negros ingresó a Israel por el kibutz de Kissufim, donde decenas de personas con banderas israelíes y amarillas esperaban bajo la lluvia.
Los cadáveres serán llevados al Instituto forense de Abu Kabir en Tel Aviv para su identificación. Los familiares de los Bibas indicaron que aguardarán confirmación oficial del fallecimiento, ya que Hamás había anunciado en noviembre de 2023 que murieron en un bombardeo israelí, información que Israel nunca confirmó.
Shiri Bibas y sus hijos fueron capturados junto a su esposo Yarden en el kibutz Nir Oz, aunque permanecieron separados durante su cautiverio. Las imágenes de la madre abrazando a sus pequeños mientras eran secuestrados conmocionaron al mundo. Yarden Bibas fue liberado el 1 de febrero en otro intercambio.
Esta es la primera entrega de restos mortales desde el inicio del alto al fuego. Según el acuerdo, en su primera fase que concluye el 1 de marzo, deberán ser entregados 33 rehenes, incluyendo los restos de ocho fallecidos, a cambio de 1,900 prisioneros palestinos.