El Yacabó: depredador natural de serpientes amenazado por mitos populares

Ave que controla población de serpientes, enfrenta persecución por creencias infundadas sobre su canto.
8 meses atrás
Foto: projectnoah.org

El Halcón Guaco (Herpetotheres cachinnans), conocido localmente como Yacabó, enfrenta amenazas a su supervivencia en Córdoba debido a creencias populares que lo vinculan con presagios de muerte, a pesar de su importante rol ecológico como controlador natural de poblaciones de serpientes, según reporta la Sociedad Ornitológica de Córdoba (SOC).

Esta especie de falcónido, distribuida desde México hasta Argentina, está siendo perseguida y ahuyentada de sus territorios naturales en el departamento debido a interpretaciones erróneas de su característico canto, que semeja una risa.

“El tema de Yacabó es muy interesante porque esa es una aguilita pequeña, como un Gavilán que tiene un canto como una risa y decía que cada vez que cantaba alguien se moría”, explica Hugo Alejandro Herrera Gómez, presidente de la SOC, quien advierte sobre el impacto de estas creencias.

El ave, también conocida como halcón risueño o guaicurú en otras regiones, cumple una función vital en el ecosistema al alimentarse principalmente de serpientes, contribuyendo así a prevenir accidentes ofídicos en zonas rurales y periurbanas.

“Resulta que esa especie lo que nos hace es ayudarnos porque se alimenta prácticamente de serpientes. Ella se come todas las serpientes que se le atraviesan, entonces nos está cuidando porque nos está evitando accidentes ofídicos, pero resulta que la estamos matando, la estamos acabando, la estamos espantando simplemente por un miedo infundado”, señala Herrera Gómez.

La persecución del Halcón Guaco representa un ejemplo de cómo las creencias populares pueden afectar negativamente la conservación de especies beneficiosas para el equilibrio ecológico y la seguridad humana.

La SOC enfatiza la importancia de desmitificar estas creencias mediante educación ambiental, destacando el valor ecológico de la especie en el control natural de serpientes venenosas y no venenosas en la región.

La SOC pidió integrar el conocimiento científico con la cultura local para promover la conservación de especies que, como el Yacabó, proporcionan servicios ecosistémicos fundamentales para las comunidades humanas.