El “plan pistola” ordenado por el Clan del Golfo contra la fuerza pública en Córdoba ha dejado tres uniformados asesinados y cuatro heridos en menos de una semana.
La primera víctima fatal fue el patrullero de la Policía Nacional Aldair Urango, asesinado en el municipio de Ciénaga de Oro cuando se encontraba desarmado, de civil y disfrutando de un permiso para visitar a su familia.
Este sábado 26 de abril se cumplieron sus honras fúnebres y sepelio en el corregimiento Las Palmitas, donde residía su familia. Durante la ceremonia se le rindieron los respectivos honores al joven policía.
El miércoles 24 de abril se registró la segunda víctima. En la Vereda El Cerro, zona rural de Chimá, fue asesinado el soldado profesional José Francisco Espitia Martínez.
Un día antes, el 23 de abril, atentaron contra la vida del subintendente de la policía Yeiner Morelos Guzmán en el casco urbano de Lorica, quien resultó herido y actualmente recibe atención médica.
La tercera y más reciente víctima mortal de esta ofensiva criminal fue el patrullero Cristian Juvenal Mora Parra, asesinado este sábado 26 de abril en una emboscada en el municipio de La Apartada, hecho que dejó otros tres policías heridos.
Las autoridades han catalogado estos hechos como “ataques cobardes” perpetrados por el Clan del Golfo, cuyo “plan pistola” ha sido extendido a otras zonas del país, poniendo en alerta a los cuerpos de seguridad que operan en estos territorios.
