Una nueva crisis diplomática se desata después de que Estados Unidos incluyera al fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Karim Khan, en su lista de sancionados. Las medidas impuestas incluyen la congelación de activos y la prohibición de entrada al territorio estadounidense, tanto para el fiscal como para su familia.
En respuesta, el TPI ha emitido una fuerte condena a estas acciones y ha hecho un llamado a la unidad entre los 125 países firmantes del Estatuto de Roma. La institución internacional busca mantener un frente común ante lo que considera un desafío a la justicia internacional.
Esta decisión de Estados Unidos representa una escalada en las tensiones entre Washington y el tribunal internacional con sede en La Haya. Las sanciones contra Khan, quien lidera las investigaciones del TPI, podrían tener importantes implicaciones para la cooperación judicial internacional.
