Las relaciones entre Colombia y Venezuela atraviesan momentos de tensión a pesar de los esfuerzos por mantener un diálogo bilateral. El reciente intercambio de declaraciones entre los cancilleres de ambos países, Luis Gilberto Murillo y Yvan Gil, ha puesto de manifiesto las diferencias existentes en torno a las elecciones presidenciales venezolanas del pasado 28 de julio.
A través de su cuenta en la red social X, el canciller colombiano endureció la postura del Gobierno frente a los resultados electorales. Murillo afirmó que Colombia no otorgará reconocimiento a los resultados a menos que se presenten las actas antes de que culmine el actual período presidencial, el 10 de enero de 2025. Esta declaración generó una respuesta contundente por parte del canciller venezolano, quien acusó a Murillo de “atacar por la espalda” y advirtió que Venezuela responderá en su momento a la “constante intromisión en nuestros asuntos internos”.
Ante estas acusaciones, el canciller Murillo reiteró que la diplomacia requiere equilibrio y respeto mutuo, y que la postura del presidente Gustavo Petro se guía por principios y no por amenazas o presiones externas. Asimismo, enfatizó que Colombia continuará promoviendo la transparencia y la legitimidad democrática, siempre con un enfoque de no injerencia en los asuntos internos de otros países.
A pesar de los intentos de Colombia por cumplir un papel de mediador en la situación electoral venezolana, las gestiones con Brasil no han obtenido los resultados esperados. Incluso dentro del mismo Gobierno colombiano, se reconoce que esta batalla diplomática se está perdiendo.