Luisa, la joven con una historia difícil que se aferra a la fe para seguir adelante

La vida de esta joven estudiante de Ingeniería Industrial cambió el pasado 10 de abril de 2021 cuando su mamá sufrió un accidente cardiovascular.


Redacción. La vida de Luisa Durango, una joven estudiante de Ingeniería Industrial de la Universidad de Córdoba, cambió el pasado 10 de abril de 2021 en horas de la madrugada cuando su mamá sufrió un accidente cardiovascular.

La historia de la joven no es cualquiera, pues Cándida Rosa Romero, su madre, era la única que estaba al frente de sus gastos de estudios y domésticos, ahora, debía ser Luisa quien demostrara fortaleza.

“Todo el proceso ha sido largo, cansado, preocupado, de llanto, dolor, desesperación. Muchas veces desesperanza”, relata.

Luisa Durango cuenta que ha tenido que aferrarse a la fe para encontrar la fuerza que le permita seguir en pie y acompañar a su mamá, quien sigue internada en una clínica de Montería y a la que puede visitar solo los días miércoles guardando la esperanza de hacerla sonreír.

“La fe es la que me mantiene, ese día yo no sabía lo que estaba pasando a mi mamá, yo creía que era uno de los tantos mareos que a ella le daba porque venía sufriendo de vértigo. Fue algo repentino que nadie se esperaba, esa noche antes de todo pasar fue un: “buenas noches Luisa”, nunca esperé que al día siguiente todo fuera cambiar”, dice.

La enfermedad que marcó un antes y un después de esta familia, que vive en el barrio Cartagenita de Ciénaga de Oro, llegó en momentos de pandemia lo que generó mayor incertidumbre. “Al principio no sabía qué era lo que me deparaba, con lo de la pandemia estar en una clínica implicaba muchas cosas, el virus, nadie sabe actúa ese virus como tal, me daba miedo que ella estuviera allá en esa clínica y que se pudiera contagiar, expresó.

Luisa enfrenta la soledad de sus días sin su ser más querido, pero asegura que le puso el pecho a las dificultades para que su mamá esté mejor. Sueña con que regrese a su hogar.

“Ella toda su vida ha querido que yo sigue adelante, entonces no es hora de detenerse, este proceso que estoy viviendo no lo considero un atraso en mi vida, sí me preocupa mucha, pero como tal me siento con mucha fuerza para seguir adelante”, aseguró.

“Cuando voy a la clínica a visitar a mi mamá lo primero que hago es entrar y decir ‘hola’ y ella enseguida me reconoce, se le nota que me conoce. Enseguida me empieza hablar, como a quererme decir ¿Cómo estás?, todo indica que está bastante preocupada por mí, pero yo trato de transmitirle fe y tranquilidad, le digo: mami tranquila, yo estoy bien, no tienes que llorar», agregó.

De acuerdo con Luisa, el primer diagnóstico que le entregaron los médicos sobre su mamá fue aneurisma cerebral , días después fue ingresada a una clínica del municipio de Sahagún donde hablaron de trombosis, sin embargo, en Montería diagnosticaron accidente cardiovascular.

“Espero con ansias el día que vuelva, espero completamente con los brazos abiertos, cada que puedo le digo que la estamos esperando, no puedes flaquear, ni desfallecer porque todos estamos contigo. Entonces yo la espero que venga, tenerla conmigo porque me haces mucha falta”, cuenta.

Los compañeros de Luisa se enteraron de su difícil situación y decidieron adelantar una campaña para que de manera voluntaria las personas puedan ayudar a mejorar las condiciones de vida de la joven, su mamá requerirá un espacio adecuado en casa para seguir el proceso.

“Mis amigos salieron con una rifa, de un día para otro, todo fue de sorpresa, mandaron a los grupos de WhatsApp, hablaron con los profesores. De la mano de ellos hemos hecho esta campaña que ustedes vieron a través de redes sociales. Estoy muy agradecida porque he recibido muchas ayudas, es algo satisfactorio saber que personas que no conozco están interesadas, se han puesto la mano en el corazón y han dicho hoy por ti mañana por mí”, sostuvo.

Su hogar necesita una adecuación

“Mi casa visiblemente no está acondicionada para lo que mi mamá está requiriendo, ya ella Dios mediante va a estar en una silla de ruedas, eso es lo que tienen proyectado los doctores. Entonces necesita un lugar para desplazarse mejor, necesitas su cuarto bien acondicionado y estar bien, poderse trasladar de un cuarto a otro sin riesgo de que se caiga, entonces estamos necesitados de tener un cuarto acondicionado para ella».

El mensaje para las personas que se encuentran en su misma condición

“Yo le diría a las personas que no se detengan, que la pobreza, entre comillas, no existe, tú misma te pones tus límites, puedo decirlo yo que soy una persona que ha pasado por tanto junto con mi mamá, yo no tenía la posibilidad de entrar a una universidad, la vería como algo de otra dimensión. Terminé mi colegio y no tenía sueño ingresar a la universidad porque las oportunidades no se me brindaban, en mi caso como tal eran muy remoto entrar, pero aquí estoy en octavo semestre de Ingeniería Industrial, muy orgullosa de dónde vengo, de lo que soy”.

“Debemos valorar más a los seres queridos”

“Parece increíble que una persona con mi situación económica esté en una universidad, pero también es cierto que a veces como personas fallamos, no sabemos si estamos haciendo las cosas bien y yo pues me cuestionaba ciertas cosas. Yo quiero decir a ustedes que valoren cada segundo, cada momento con su familia, con sus seres queridos porque no se sabe en que momento faltamos y en que momento las cosas pueden cambiar».

El momento más feliz con su mamá

“El más bonito fue el grado porque ella iba con mucha ilusión cuando iba con mi toga, estaba muy ilusionada, se sentía muy orgullosa, eso lo recuerdo como si fuera el primer día y si pudiera devolver el tiempo para que volviera esa mañana y nos levantaremos con esa misma ilusión, yo lo retrocedería sin pensarlo”.

Estas son las cuentas habilitadas para las personas que quieren ayudar a Luisa Durango: