Por Damián Trujillo | Prensa Latina
La Copa América de Chile-2015 será una vitrina mágica para la exhibición del mejor talento en el mundo del fútbol, las joyas más exquisitas, pero, a ciencia cierta, hoy nadie sabe quién será el mejor jugador del torneo.
América Latina puede presumir de contar con los mejores jugadores del mundo, los más finos, veloces, técnicos y desequilibrantes: Lionel Messi, Alexis Sánchez, Neymar, James Rodríguez, Sergio Agüero, Edinson Cavani, Carlos Tévez, Radamel Falcao, Ángel Di María, entre muchos otros.
Ahora bien, aventurarse a adivinar cuál de todos tendrá un certamen de ensueño en Chile pasa por una subjetividad evidente, por lo que el criterio de selección irá dirigido -para reducir el margen de error-, hacia los jugadores de las escuadras favoritas, o presuntamente con más opciones de conquistar la corona.
Entonces, aparecen cuatro países con más perspectivas que el resto, por la calidad y el equilibrio de sus plantillas, y otra nación con posibilidades reales, basada en su historia de lucha e irreverencia.
Los favoritos al título son, en primer lugar y como siempre, Argentina y Brasil, mientras Colombia y Chile cuentan con selecciones competitivas y repletas de talento capaces de dar la sorpresa y hacer realidad el sueño de la coronación, aunque nadie puede obviar al rocoso Uruguay, por demás campeón defensor del cetro.
Por supuesto, medio mundo tendrá sus miradas en Messi, un “extraterrestre” que llega a Chile en plena forma física y con la moral en la Luna, tras conquistar los títulos de la Liga Española, la Copa del Rey y la Champions, un triplete espectacular que seguramente le garantizará su quinto Balón de Oro.
Pero un año atrás, en el Mundial de Brasil, quedó demostrado que Messi, solo en alma, no basta para coronar a Argentina. Entonces emergen tres nombres propios: Sergio Agüero, Ángel Di María y Carlos Tévez.
Ninguno de ellos, obviamente, tiene la calidad de Messi -en realidad nadie en el mundo la tiene-, pero de ese trío saldrá el jugador revelación de Argentina en la Copa América, y de ese grupo dependerá el fin de la dramática sequía de títulos de la albiceleste en lides de primer nivel.
Después, en Brasil, encontramos a Neymar con mayor madurez y listo para asumir el rol de líder absoluto de la “canarinha”, luego de brillar y ganarlo todo con el Barcelona.
Sin Neymar, el Brasil de Dunga es un equipo que roza la vulgaridad, con demasiadas precauciones en labores defensivas y en mantener la portería en cero, algo diametralmente opuesto a la cultura futbolera de los pentacampeones mundiales.
Sin embargo, los brasileños también pondrán sus esperanzas en las habilidades William y Phillippe Coutinho para acompañar al astro del Barcelona y dotar de talento al frente de ataque.
El colombiano James Rodríguez, por su parte, es considerado por muchos expertos como el Mejor Jugador del Mundial de Brasil-2014, aunque finalmente la FIFA le “regaló” el premio a Messi, en una decisión lamentable.
James tiene ante sí la posibilidad única de propulsar a Colombia al primer nivel, amparado en una visión de juego privilegiada, unos cambios de ritmo impresionantes, una exactitud milimétrica en los pases y gran capacidad de ataque, cualidades desarrolladas -nadie lo dude- en el Real Madrid de Cristiano Ronaldo.
Sin olvidar nombres como Falcao, Juan Cuadrado o Jackson Martínez, de las botas de James saldrán las oportunidades cafeteras de volver a ganar una Copa América, como en 2001, cuando obtuvieron su único título en estas lides regionales.
Chile, la inspirada sede, depende del bloque, del juego en equipo, de su magnífico portero Claudio Bravo, del poder del centrocampista Arturo Vidal, pero sobre todo de las prestaciones de Alexis Sánchez, el niño maravilla.
Sánchez es el alma, el corazón, los pulmones, las piernas y el cerebro de la escuadra andina, pero también es el gol, el encargado de marcar las diferencias en el área rival y mover el marcador de la Roja.
De su aporte dependerá la situación de Chile, que busca su primer entorchado en estas lides, tras conseguir cuatro subtítulos y cinco terceros lugares en el pasado.
Uruguay es otra cosa, la garra charrúa es una roca, una escuadra que muerde y manda a la guerra a sus delanteros, especialmente a Cavani, quien deberá asumir los galones y sustituir a Luis Suárez en el rol de goleador de raza.
Cavani necesita estar muy fino para superar los obstáculos que enfrentará Uruguay en su viaje por revalidar el título de América, una empresa harto compleja, casi utópica.
Messi, Di María, Tévez, Agüero, Neymar, William, Coutinho, James, Falcao, Alexis, Vidal, Cavani, cualquiera podría ganar el premio de Jugador Más Valioso de la Copa América, una decisión que ojalá se tome por valores estrictamente deportivos en lugar de criterios económicos o de marketing comercial.