Europa Press | El FC Barcelona ha sellado este martes su clasificación para la final de la Liga de Campeones pese a perder (3-2) en el Allianz Arena contra el Bayern de Múnich y hacer bueno el 3-0 logrado en la ida del Camp Nou, aunque ha tenido que luchar y sudar para eliminar a un combativo Bayern que se estrelló en Ter Stegen, providencial, y que volvió a desesperarse con la letalidad del tridente formado por Neymar, con dos goles, Messi y Suárez.
La ventaja del 3-0 era clara pero en el bando blaugrana avisaron de que irían a por el partido, y así fue. No se encerraron atrás ni especularon, ni siquiera cuando el partido empezó con un gol tempranero del Bayern que hizo crecerse al Allianz, pero que también dio la oportunidad al Barça de demostrar tener tablas de equipo grande y remontar para irse con ventaja al descanso.
Una segunda parte más floja, donde se relajaron, evitó que se fueran con otra victoria e hizo menor el castigo a los bávaros.
Si en la ida Guardiola vaticinó en la previa que iba a ser la noche de Messi, con dos goles del argentino que rompieron el partido y tras decir su exentrenador que era imparable en su estado actual, esta vez el de Santpedor pronosticó y bien que el Barça es, a su juicio, el mejor equipo a la contra.
Esta noche, cuando su Bayern iba camino de intentar la remontada, con 1-0 y el control del juego, el tridente acabó con sus opciones aunque el Bayern jugó bien y no dio nunca la espalda a la remontada.
Tanto el primero como el segundo gol de Neymar tuvieron el mismo patrón. Recibió Messi y el ’10’, esta vez con su traje de visionario, asistió a Luis Suárez. El uruguayo, para nada egoísta, lejos de ser el típico ‘9’, levantó en ambos casos la cabeza para ver solo a Neymar y, este, no falló ni en una ni en otra ocasión, engañando además en el segundo al guardameta. En ambas batió a Neuer, incapaz de dar esperanzas a su equipo.
Por contra, sí fue clave Marc-André Ter Stegen. El joven portero alemán eclipsó a Neuer, titular en la selección germana, con una primera parte de ensueño en la que fue clave en cuatro ocasiones, dos de ellas salvando gol. Sobre todo con un cañonazo de Lewandowski, cuando primero tiró de reflejos para sacar una mano providencial y, rapidísimo, llegó a despejar su propio rechace sobre la misma línea de gol tirándose hacia atrás.
No pudo continuar con ese ángel en la segunda parte, cuando el Barça dejó de jugar con su estilo, perdió mordiente a la contra al ser cambiado Suárez con molestias y, además, se dejó seguro llevar un poco por el 1-5 global que tenía. El segundo gol de Neymar obligaba al Bayern a marcar cinco goles más hasta el 6-2, y en la segunda parte se pusieron a ello facilitados por los blaugranas. Con Lewandowski (min.59) y Müller (min.74) pusieron el 3-2.
Entonces, tenían un cuarto de hora para marcar tres goles. ¿Les suena? Es lo que necesitó el Barça para lograr el 3-0 en la ida cuando, el doblete de Messi y Neymar al final, dieron esa ventaja a los de Luis Enrique. Una ventaja que fue clave porque, una vez más, el Bayern mostró su poderío en un Allianz Arena donde el FC Barcelona no ha ganado nunca en sus cinco visitas en partido oficial.
No obstante, la entrada de Mathieu y de Xavi dio un poco más de sosiego al partido. El escenario, el Bayern, el público, todo empujaba al Bayern arriba. No quería jugar “a la brava” Guardiola pero las circunstancias le hacían mutar y lo hizo. Entonces, el Barça se aculó, lo pasó mal, pero supo sufrir. Iban dispuestos a ello los blaugranas y lo hicieron poco, en esos 25 minutos finales, pero les tocó hacerlo. Y no hubo milagro bávaro y sí revancha del Barça por aquella semifinal de 2013 (4-0 en el Allianz y 0-3 en el Camp Nou).
El Bayern tuvo más ocasiones, pocas el Barça. La renta de la ida, incrementada en la primera parte, hizo que los blaugranas se desdibujaran, que dieran la espalda a su juego. En definitiva, que se traicionaran a ellos mismos aunque, pese al 3-2, no se llegó a sufrir por el billete a la final pues la sangría fue cortada a tiempo. Gran primera parte, y una segunda de más bajo perfil pero con premio, en un escenario donde nadie ha ganado esta temporada y donde el Bayern no ha sido capaz de remontar y eliminar a un solo equipo, a este Barça.