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El Atlético de Madrid continúa su persecución al Real Madrid y al Barcelona tras lograr una plácida victoria por 0-2 ante un Elche que sigue una semana más hundido en la zona de descenso. El equipo de Diego Pablo Simeone no necesitó más que dos ‘chispazos’ para derrumbar a un rival débil de fútbol y frágil de moral que apenas opuso resistencia.
Un tanto de estrategia, anotado por Giménez en el primer periodo, y otro de Mandzukic, tras una contra en el inicio del segundo, certificaron la victoria del campeón, muy poco exigido por el Elche, al que su plan de esperar atrás no le valió ni siquiera para tener opciones de rescatar un punto. Desconectado su goleador Jonathas, el equipo ilicitano no tuvo ninguna opción real de marcar.
El encuentro arrancó frío, con un Elche temeroso y un Atlético que llevó el peso del juego y la iniciativa, pero sin volcarse con descaro sobre la meta de Tyton. Como suele ser tradición en sus duelos ante el equipo ilicitano, el partido se abrió en una acción a balón parado, aunque en esta ocasión algo más elaborada de lo que suele ser habitual en el Atlético.
Un saque de esquina botado en corto dio paso a una sucesión de paredes entre Koke, Siqueira y Turan en el vértice del área hasta que el turco, en posición dudosa, encontró el hueco para filtrar el balón a Giménez, quien desde el interior del área y tras sortear a Suárez batió a Tyton con disparo ajustado al ángulo.
Era el minuto 16 y al Elche se le caía de golpe su guión del partido, planteado a la contra desde la pizarra con la entrada de Coro por Cristian Herrera, un atacante menos dinámico. El conjunto de Fran Escribá acusó el impacto del tanto y estuvo a merced del Atlético de Madrid durante prácticamente toda la primera parte.
El campeón, muy cómodo, monopolizó la posesión del balón a través de Koke, Gabi y Turan, aunque le faltó ambición y profundidad para romper el partido con el segundo tanto. El conjunto ilicitano, inferior en todos los duelos individuales que planteó el partido, optó por proteger su área antes que buscar el empate a la espera de que llegara su ocasión. Y llegó, aunque de forma imprevista tras un centro de Fajr que se fue cerrando sobre la portería, lo que obligó a Moyá a realizar una gran intervención para evitar el tanto.
La acción estimuló ligeramente al Elche, que acabó el primer acto con otras sensaciones ante un Atlético que reclamó un penalti por un presunto agarrón de Damián Suárez sobre Raúl García. El Elche intentó trasladar al segundo tiempo la dinámica del final de la primera parte, pero el conjunto madrileño no se lo permitió.
Un gran pase por encima de la defensa de Gabri fue aprovechado por Mandzukic para batir por bajo a Tyton en el minuto 52. Escribá intentó hacer reaccionar a su equipo dando entrada a dos atacantes, Cristian Herrera, por un apagado Pasalic, y Fragapane, ariete del filial que debutaba con el primer equipo, por Coro, pero la tónica del encuentro no varió.
El Atlético, extremadamente cómodo, afrontó el resto del partido con un ojo puesto en Turín, donde se jugará esta semana el primer puesto de su grupo de la Liga de Campeones, mientras que el Elche, más por obligación que por convicción, intentó maquillar un marcador que ya no se movió.