Deportes. Los karatecas cordobeses, Daniela Pastrana y Jesús Mejía que a lo largo del presente año sumaron medallas en los Campeonatos Interligas, hablaron sobre las experiencias que atravesaron y los nuevos retos de cara al futuro.
En entrevista exclusiva con LARAZÓN.CO, ambos deportistas comentaron como fue su inicio en el karate y las personas que los ayudaron a entrar en la práctica de esta disciplina. En el caso de Daniela, medalla de plata en el I Campeonato Interligas en Popayán, señaló que su familia fue fundamental en su decisión.
“Desde el 2014 practico. Empecé al ver a mis dos hermanos mayores que también lo practican y desde ahí me empezó a interesar”, expresó la atleta de 14 años.
Por su parte, Jesús, que a sus 19 años obtuvo la presea dorada en el II Campeonato Interligas de San Andrés, también se mostró interesado por este deporte al conocer sus nexos familiares con el mismo.
Su tío, Rubén Zumaqué, le entregó una amplia visión gracias a sus conocimientos y participación en el origen del arte marcial en el departamento.
Sin embargo, con el paso del tiempo, ambos jóvenes afrontaron situaciones atípicas debido a la pandemia del COVID-19, la cual fue ‘una piedra en el zapato’ en el andar de sus crecientes carreras. Un 2020 que no contó con la realización de competencias, tuvo efecto frente a un 2021 plagado de retos de gran calibre.
La recuperación mental, física y anímica fue uno de los objetivos a consagrar previo a la reanudación de las competencias. Afortunadamente, el esfuerzo traería su recompensa. En Popayán, Daniela se consagró con un luchado subcampeonato mientras que Jesús (en su primera participación) se llevó una merecida medalla de oro, logro que tiempo después repitió en San Andrés.
Ahora, con la ambición de seguir sumando triunfos, ambos deportistas tienen la posibilidad de participar en el XX Campeonato Sudamericano y del Caribe de Karate-Do 2021, que se llevará a cabo en El Salvador.
Representar a Colombia a nivel nacional puede ser un sueño a punto de materializarse para unos jóvenes que reflejan su superación y carácter cuando pisan un tatami.
