EUROPA PRESS | El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ha sido reelegido este viernes en su cargo tras la retirada del candidato Ali ben al-Hussein, el único que peleaba por la presidencia, antes de afrontar la segunda ronda de votación y tras los casos de corrupción destapados este jueves con la detención de siete miembros de su junta directiva.
Blatter obtuvo 133 apoyos en la primera votación por los 73 que logró el Príncipe Ali ben al-Hussein. Ante este resultado, y después de querer evitar el formalismo, el oponente de Blatter optó por retirarse y dejar vía libre al directivo suizo.
De esta forma, Blatter afrontará su quinto mandato como máximo responsable de la entidad que rige el fútbol mundial. Si lo cumpliese al completo, ‘Sepp’ Blatter totalizaría 21 años como presidente de la FIFA, el tercer mandato más longevo tras los de Rimet (33 años) y Havelange (24).
La elección se produjo en medio de un escándalo de corrupción que estalló esta semana y ante un coro de peticiones para que Blatter, de 79 años, se alejara del cargo. Minutos antes del inicio de la votación, los candidatos dieron su discurso final ante los delegados de la FIFA.
Allí, Blatter mostró la experiencia aprendida durante sus 17 años al frente de la FIFA. El helvético, que lidera la entidad desde 1998, ofreció más seguridad en su presentación en relación al príncipe Ali de Jordania, de 39 años.
Ali se mostró nervioso al hablar y su presentación fue más liviana que la de Blatter, quien arrancó una ronda de aplausos cuando le dijo a los delegados: “no quiero abandonarlos”. “Siento que el tiempo que he pasado en la FIFA ha sido muy corto. Cuando uno envejece, el tiempo se pasa rápido. Estoy con ustedes y me gustaría seguir con ustedes”, sostuvo Blatter.
Por su parte Ali, quien fue miembro del comité ejecutivo de la FIFA por cuatro años, hizo su última apelación para lograr que la entidad que rige el fútbol sea más abierta y democrática. “El cambio no es un evento, es un proceso. Nuestro camino debe ser iluminado por la creación de una cultura que fortalezca la transparencia, la inclusión y la responsabilidad”, señaló.
Pero el discurso de Ali no pareció convencer a muchos dirigentes, que en su mayoría le dieron la espalda en la primera vuelta. Autoridades estadounidense acusaron de corrupción el miércoles a varios de los principales dirigentes de la FIFA y ejecutivos corporativos, en su mayoría latinoamericanos, mientras que Suiza investiga por separado el proceso por el que se eligió a Rusia y Catar como sedes de los Mundiales de 2018 y 2022.
Pero pese a las acusaciones y al enfado de la UEFA –que solicitó el aplazamiento de las elecciones unos seis meses– nunca pareció fácil que Blatter perdiera la elección, ya que se estima que mantuvo el respaldo de las confederaciones de Asia y África y de varias asociaciones de América Latina.
Buena parte de los países en desarrollo en África, Asia y partes de América Central y el Caribe no parecieron dispuestos a votar por un cambio, debido a que la actual cúpula de la FIFA les provee garantías monetarias anuales y pagos extra en los años en que se juegan los Mundiales.
Las actividades del Congreso de la FIFA se vieron interrumpidas el viernes por una amenaza anónima de bomba, pero tras un breve parón, el orden del día siguió adelante sin inconvenientes y pudo desarrollarse la votación sin más problemas.
