
El Real Madrid sigue pendiente del futuro de Sami Khedira, ya que todavía sigue sin firmar su renovación y el Arsenal está dispuesto a llevárselo al igual que hizo el pasado verano con su compatriota, Mesut Özil. Arsene Wenger confía en hacerse con sus servicios, aunque antes tendrán que convencer al ariete para que rebaje sus pretensiones económicas.
El centrocampista está realizando un gran papel en el Mundial y sabe que tiene la sartén por el mango, tanto para negociar con el Madrid un contrato al alza como para decidir cambiar de aires. Carlo Ancelotti no quiere perderlo, pero será el futbolista germano el que decida su futuro.
La próxima semana se espera que se retomen las negociaciones para proceder a la renovación de su contrato, que expira el 30 de junio de 2015, pero el jugador no lo pondrá nada fácil. El Arsenal por su parte, espera que la falta de acuerdo entre el club de Chamartín y Khedira sirva para acercar más al alemán al Emirates Stadium, puesto que de no llegar a un entendimiento el Madrid aceptará su salida.
Por el momento, los Gunners estarían dispuestos a pagar por su traspaso 30 millones de euros, aunque llegado el momento podrían incrementar su oferta. La continuidad de Khedira sigue siendo una incógnita, que se espera resolver a lo largo de los próximos 15 días.