Las autoridades ambientales y marítimas han emitido una alerta por condiciones meteomarinas adversas en el departamento de Córdoba, debido a la interacción de varios sistemas meteorológicos en el Caribe colombiano. La Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge (CVS), con base en reportes de la Dirección General Marítima (Dimar), advierte que el litoral cordobés experimenta vientos intensos y un oleaje elevado que podrían mantenerse durante el fin de semana.
De acuerdo con el informe, los vientos provienen del este y noreste con velocidades entre 20 y 44 kilómetros por hora, mientras que el oleaje oscila entre 1.5 y 2.8 metros de altura. Las condiciones más severas se han registrado en la zona central de la costa Caribe, donde las olas han alcanzado hasta 2.7 metros.
Los pronósticos indican que en los próximos días podría haber un incremento en la intensidad de los vientos, llegando hasta 50 kilómetros por hora, y un aumento en la altura de las olas, que podrían alcanzar los 3.0 metros en algunas áreas del litoral. Esta situación representa un riesgo para la navegación, las comunidades costeras y las actividades pesqueras.
Ante esta situación, la CVS recomienda a las comunidades ribereñas y a quienes dependen del mar para sus actividades económicas seguir las directrices de los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres y activar los canales de comunicación para actuar en caso de emergencias. Además, enfatiza la importancia de mantenerse informados a través de las fuentes oficiales como la CVS, la Dimar y el Ideam.
Las autoridades marítimas insisten en que tanto pescadores como operadores de embarcaciones tomen precauciones y eviten salir al mar en condiciones adversas. De igual manera, se recomienda a los habitantes de las zonas costeras estar atentos a posibles cambios en las condiciones del tiempo y a las recomendaciones que puedan emitir las entidades de emergencia.
Este fenómeno climático responde a la combinación de una vaguada monzónica al suroeste del Caribe, dos sistemas de altas presiones en el Atlántico Norte y un sistema de baja presión en el centro y sur del litoral Caribe. Dichos factores están generando un impacto significativo en la estabilidad de las aguas y en la intensidad del viento.