La Organización de Estados Americanos (OEA) ha convocado una reunión extraordinaria para el miércoles 31 de julio con el fin de abordar los polémicos resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela. Esta decisión llega en medio de una creciente presión internacional y denuncias de fraude electoral.
El Consejo Nacional Electoral venezolano, controlado por el chavismo, declaró ganador al presidente Nicolás Maduro con el 51,2% de los votos, frente al 44,2% obtenido por el principal candidato opositor, Edmundo González Urrutia. Sin embargo, estos resultados han sido cuestionados por diversos gobiernos y organizaciones internacionales.
Nueve países latinoamericanos, incluyendo Argentina, Costa Rica y Uruguay, han exigido una “revisión completa de los resultados” y solicitaron la reunión urgente de la OEA. El canciller uruguayo, Omar Paganini, expresó su preocupación por los resultados preliminares, señalando inconsistencias en los números presentados.
La Unión Europea ha pedido “total transparencia” en el recuento de votos, mientras que Estados Unidos manifestó su “seria preocupación”. Por otro lado, países como China, Rusia y Cuba ya han felicitado a Maduro por su victoria.
En medio de la controversia, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, anunció una investigación sobre supuestos ataques cibernéticos contra el Consejo Nacional Electoral, lo que ha aumentado la tensión en el país.
La oposición venezolana, liderada por María Corina Machado, ha rechazado los resultados y se han reportado protestas en las calles de Caracas. La reunión de la OEA se enmarcará en la Carta Democrática, un mecanismo utilizado para abordar casos de alteración o ruptura del orden democrático en los Estados miembros.