Un total de 90 tierraltenses se formaron en Escuelas de Perdón y Reconciliación y en Círculos Restaurativos, metodologías que facilitan la reconstrucción del tejido social y la resolución efectiva de conflictos; esto mediante la implementación del programa Espacios de Paz y Reconciliación que desarrollan Coca-Cola FEMSA, Fundación para la Reconciliación y la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN).
Así mismo y como resultado del trabajo colectivo de la comunidad, se entregó una cancha múltiple, espacio símbolo de convivencia y reconciliación en este municipio.
La estrategia se desarrolló en el barrio 9 de Agosto de Tierralta, durante el segundo semestre de este 2017, en las siguientes tres fases:
- Formación en Escuelas de Perdón y Reconciliación (ESPERE), proceso que invita a la sanación de heridas personales causadas por conflictos y genera herramientas de memoria, reparación y diálogo. La metodología diseñada por la Fundación para la Reconciliación se implementa con éxito en 19 países y ha trabajado con más de dos millones de personas en 15 años.
- Formación en Círculos Restaurativos, encuentros reflexivos y experienciales que desarrollan habilidades ciudadanas que permiten mejorar el manejo de conflictos desde un enfoque restaurador, a través de ejercicios prácticos de mediación y caracterización de los conflictos.
- Concertación y construcción una obra física de beneficio comunitario y símbolo de reconciliación. Los habitantes de Tierralta definieron la construcción de una cancha múltiple como la mejor forma de transformación de espacio, que les permitirá tener un lugar seguro de encuentro, diálogo y memoria del proceso que permitió fortalecer sus capacidades de convivencia.
Gracias a la disposición de las comunidades hubo un mayor acercamiento al concepto perdón, el proceso facilitó su comprensión como una práctica sanadora, basada en el diálogo, la justicia restaurativa y la memoria transformadora.
“Participar me ha enseñado que el perdón nos ayuda a cicatrizar heridas, no a olvidar, a liberarnos. Hoy tengo otra perspectiva de la vida, antes de actuar intento entender las situaciones y ser constructivo”; relató Jesús Peñaloza, participante del proceso.
Para las tres organizaciones líderes del programa, fortalecer el liderazgo de la comunidad y sus capacidades para el manejo de conflictos a escala social y familiar, es la mejor forma de dejar capacidad instalada que haga sostenible la sana convivencia y la construcción de paz.
Desde el año 2012, esta iniciativa ha llegado a 12 ciudades de Colombia ; Ibagué, Montería, Santa Marta, Pereira, Villavicencio, Barrancabermeja, Yopal, Valledupar, Cali, Neiva, Pasto y Tierralta, logrando cerca de 1238 participantes, de los cuales 641 han sido personas en proceso de reintegración, y beneficiando a más de 23 mil miembros de la comunidad.