Las inundaciones causadas por el desbordamiento del río San Jorge han destruido 1,200 hectáreas de cultivos de maíz en los municipios de San Marcos y El Caimito, Sucre, afectando a más de 2,000 pequeños productores.
Henry Vargas, director del Departamento Económico de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales (Fenalce), señaló que la situación es crítica para los agricultores de la zona.
“Estos productores de agricultura familiar y comunitaria han perdido la totalidad de sus cosechas”, explicó Vargas. La organización está brindando acompañamiento a las asociaciones locales para buscar alternativas que les permitan enfrentar la crisis.
El desastre natural ha tenido un impacto significativo en el empleo de la región. Se estima que se han perdido 2,000 puestos de trabajo, de los cuales 500 son empleos directos y 1,500 indirectos.
Esta situación amenaza la estabilidad económica de las familias que dependen de la producción de maíz como su principal fuente de ingresos.
La extensión de los cultivos afectados equivale a 1,681 canchas de fútbol o al tamaño del municipio de Envigado, Antioquia. Los costos de producción por hectárea en esta región ascienden a 3,700,000 pesos, lo que explica la magnitud de las pérdidas económicas.
Las inundaciones, que comenzaron en mayo y persisten hasta la fecha, no solo han devastado la economía local, sino que también ponen en riesgo la seguridad alimentaria de la región. Los municipios de San Marcos y El Caimito, reconocidos por su producción de maíz, enfrentan ahora un futuro incierto.
Ante esta situación, Fenalce ha hecho un llamado urgente al Gobierno Nacional y al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural para que brinden asistencia inmediata a los agricultores afectados. “Es fundamental que el gobierno ponga sus ojos en estos pequeños productores”, insistió Vargas.
La gravedad de la situación requiere soluciones rápidas y efectivas para mitigar los efectos a largo plazo de esta crisis. Mientras tanto, los agricultores de San Marcos y El Caimito luchan por recuperarse de las pérdidas y buscan alternativas para reactivar su producción y sustento.