La fuerte sequía que atraviesa el departamento de Córdoba este verano ha provocado una alarmante baja en los niveles de agua en ciénagas y humedales, situación que está ocasionando el varamiento de manatíes que habita en estos ecosistemas.
Así lo reveló Rafael Espinoza, biólogo marino y funcionario de la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge (CVS), entidad que junto a la Fundación Omacha realiza desde enero labores de rescate y asistencia a los ejemplares de esta especie que se han visto atrapados en pequeñas pozas de agua.
“Por su volumen, los manatíes necesitan columnas de agua considerables para poder seguir navegando. Pero cuando bajan tanto los niveles por la sequía, se empiezan a quedar retenidos en muy poca agua y en algunos casos en seco, ya varados”, explicó el biólogo.
Los cuerpos de agua más afectados, donde se ha detectado en las últimas semanas la presencia de manatíes atrapados, son la ciénaga del Bajo Sinú, la ciénaga de Ayapel y la zona de Cispatá. Todo como consecuencia de la fuerte ola de calor y la reducción en más de 30% de las lluvias, lo que tiene con muy bajos niveles a algunas zonas de humedales.
Uno de los casos más dramáticos ocurrió esta semana, cuando se rescató un pequeño ejemplar que se encontraba en una charca totalmente deshidratado y 14 kilos por debajo de su peso normal. El animal recibió hidratación de emergencia y se encuentra bajo observación veterinaria.
Desde CVS y Omacha hicieron un llamado a las comunidades cercanas a estos humedales para que alerten de inmediato cuando observen la presencia de algún manatí varado o en peligro. De esta forma se pueden movilizar rápidamente los equipos para asistir a estos mamíferos amenazados.
Los expertos advierten que de no revertirse el fenómeno de sequía que agobia al norte del país, estaría en alto riesgo la población de manatíes que habita en las ciénagas cordobesas, especie catalogada como vulnerable según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
