Valencia. Aunque algunos aseguran de forma jocosa que ese puente no lo terminan por ahora, hay un gran sector que subsiste de esta actividad, a los cuáles les preocupa que una vez terminado el puente, queden sin su sustento diario.
La intranquilidad de los planchoneros radica en que hasta el momento no se ha definido cuál será la suerte de cerca de 100 familias que subsisten de transportar, persona y vehículos a la otra orilla del Sinú.
El corregimiento de Río Nuevo en el municipio de Valencia, el 90% de su actividad económica se deriva de esta práctica que realizan desde varias décadas, pues luego que el Puente entre en funcionamiento, ya no podrán obtener su ingreso, y esta actividad quedaría relegada.
La revelación la hizo el diputado Orlando Benítez, luego que por medio de un oficio, los planchoneros le manifestaran la situación.
Ante el reclamo, el político liberal, exigió a las autoridades gubernamentales que desde ya realicen la correspondiente socialización con la comunidad y se establezcan las estrategias necesarias para definir en qué actividad podrán desempeñarse en el futuro, para no perjudicarlos.
“Nos preocupa que según el secretario de infraestructura Carlos Angulo ya se hizo la socialización pero la mayoría de estas familias dicen que no se ha hecho y que no saben cuál será su suerte después de terminado el puente, así que desde ya deben tomar las acciones necesarias para evitar un impacto negativo de esta obra”, enfatizó el diputado Benítez.
El funcionario sostuvo que desde el inicio de la planeación de la obra se debió contemplar las posibles consecuencias negativas de las familias alrededor de la zona y atender a sus necesidades, vinculándolos a nuevos proyectos productivos que les permitan mejorar sus condiciones de vida, luego que sean forzados a dejar de ejercer su actividad en el manejo de los planchones.