El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, ahora actuando como gestor de paz, desde Georgia, EE.UU., emitió una declaración condenando los recientes actos de constreñimiento a civiles en la vereda de Bocas del Manso, en Tierralta, sur de Córdoba, hecho en el que participaron militares disfrazados de guerrilleros.
En su declaración, Mancuso abogó por soluciones basadas en el diálogo político y la cooperación internacional y enfatizó la importancia de buscar vías negociadas y el diálogo político con las organizaciones que operan en estos territorios.
Sugiere que la Defensoría del Pueblo, ONGs de Derechos Humanos y organismos multilaterales como la OEA y la ONU implementen un sistema de alertas tempranas en colaboración con comités de verificación para abordar el conflicto de manera efectiva.
El ex paramilitar destacó la participación activa de las comunidades como esencial para restaurar la confianza en las instituciones y avanzar hacia un orden social más justo. Propone la creación de mesas regionales de paz, donde las comunidades del Paramillo puedan dialogar con todos los actores involucrados en el conflicto como parte de un acuerdo nacional más amplio.
Mancuso concluye su declaración asegurando que asumió su rol en la construcción de la paz y que está en disposición de colaborar en este esfuerzo colectivo.
