La vinculación del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso como gestor de paz en Colombia ha provocado reacciones encontradas en Córdoba, uno de los departamentos más golpeados por la violencia de las AUC.
Ante este polémico escenario, el gobernador Erasmo Zuleta optó por una postura conciliadora y considera que este proceso podría ser positivo para las víctimas y la reconciliación en la región.
“Yo no voy a ver, yo no soy quién para decir o contradecir las acciones del Gobierno, yo respeto las decisiones del presidente (Petro) que acogió a Salvatore Mancuso como gestor de paz en el país”, indicó el mandatario.
Según Zuleta, “los acuerdos con las guerrillas, con las AUC, todos los acuerdos de paz deben cerrarse” para poder sanar las heridas del conflicto armado.
El gobernador cordobés planteó que victimarios como Mancuso deben venir al departamento a “dar la cara” y buscar la reparación real de quienes sufrieron años de violencia por acciones de grupos ilegales.
“Lo que queremos es que vengan aquí, victimarios les den la cara a las víctimas y realmente cerremos esos acuerdos de paz que hoy no se han cerrado”, expresó.
Recordó que Córdoba fue donde nació la violencia paramilitar y aún persisten focos de pobreza y atraso, especialmente en las zonas rurales, por lo que urge una reparación integral.
Si bien reconoció opiniones a favor y en contra, Zuleta pidió no quedarse en la polarización y aprovechar este episodio como una oportunidad de reconciliación, en lugar de revictimización.
“Yo no me quiero quedar en el problema. Yo me quedo en la solución. Salvatore Mancuso debe volver aquí al departamento de Córdoba porque aquí se causó mucho dolor”, concluyó el gobernador.
Su postura contrasta con sectores que rechazan la presencia del exjefe paramilitar y su rol como gestor de paz.
