La aspiración de la Universidad de Córdoba de contar con su registro calificado para ofertar el programa de Medicina enfrenta una ruta llena de obstáculos por superar y que van más allá de la simple radicación del documento maestro, prevista para el primer trimestre de 2025.
Un análisis detallado de la situación revela que el primer paso ya se dio con la realización de los rigurosos estudios exigidos por el Ministerio de Educación, pero aún falta por superar los escollos de infraestructura física y tecnológica especializada.
La institución carece actualmente de laboratorios, simuladores y espacios académicos adecuados para la formación médica, una inversión que requeriría recursos financieros aún no garantizados por encima de los $30 mil millones.
La constitución del cuerpo docente representa otro desafío significativo. La universidad deberá demostrar ante el Ministerio de Educación la disponibilidad de profesionales altamente cualificados en diversas especialidades médicas, un reto considerable dado que la región experimenta escasez de especialistas.
El panorama se complica en el ámbito de las prácticas clínicas. El gobernador Erasmo Zuleta explicó que hay límites estrictos en ese sentido: máximo 5 estudiantes en rotaciones generales y 4 en pediatría.
Estas restricciones, aunque necesarias para garantizar la calidad educativa, evidencian la necesidad de fortalecer sustancialmente la red hospitalaria local, que actualmente no tiene la capacidad para absorber nuevos residentes.
La demanda estudiantil justifica el proyecto: cada semestre 700 aspirantes compiten por apenas 100 a 150 cupos en las facultades de medicina existentes en la región Caribe.
Sin embargo, las autoridades académicas y gubernamentales coinciden en que la aprobación del registro calificado no será un proceso expedito.
El éxito del proyecto dependerá de una articulación sin precedentes entre el Gobierno Nacional, la Gobernación de Córdoba, la Universidad de Córdoba y la red hospitalaria departamental.
Aunque hay avances, el camino hacia la materialización de la Facultad de Medicina parece aún largo y complejo, sujeto a múltiples variables que trascienden la voluntad institucional.