Una faena de pesca artesanal en el municipio de Los Córdobas, zona limítrofe con Antioquia, encendió un debate en redes sociales.
Los pescadores salieron a mar abierto, lanzaron sus redes y atraparon varios peces, entre ellos un ejemplar joven de tiburón martillo.
La faena, catalogada como exitosa porque varias familias pudieron llevar alimento a la casa, fue vista por algunas personas, como una afrenta a la fauna marina.
Al publicarse las fotografías en redes sociales muchas personas cuestionaron la caza del tiburón, asegurando que se trata de una especie protegida.
El debate cobró relevancia, otras personas señalaban que la caza artesanal de tiburón está permitida a las familias que de forma ancestral han vivido de esta práctica y pidieron no satanizar a los pescadores, mientras que otras voces pedían incluso judicializarlos.
Ante la dualidad de opiniones LARAZON.CO consultó a fuentes de la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge, CVS, para aclarar algunas dudas.
En efecto, en la legislación colombiana el tiburón martillo es una especie llamada a conservarse, no obstante, la población de este tipo de tiburones está más diezmada en la zona Pacífica que en el Caribe.
Ahora bien, de acuerdo con la CVS, estamos ante un episodio de pesca incidental, donde el pescador no tenía la intención de atrapar al tiburón joven, sino a otros peces más pequeños y de frecuente consumo.
Debido a que la pesca en alta mar tiene sus particularidades, la resolución 1743 de 2017 de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca AUNAP, establece que en todo el territorio colombiano se permite el aprovechamiento de tiburones y rayas, de acuerdo al volumen establecido en la resolución de cuota global y exclusivamente para garantizar la seguridad alimentaria de las comunidades costeras y de forma artesanal, no industrial.
En los comentarios de redes sociales muchas personas pedían judicializar a los pescadores, sin embargo, a la luz de las legislación a los pescadores de este caso no aplica responsabilidad penal ni civil alguna, al tratarse de un incidente que no es común, ni intencional.
Según la CVS este tipo de pesca no se realiza en tiempo real, sino que los pescadores instalan las mallas de noche y a la mañana siguiente revisan lo que atraparon.
Generalmente el ejemplar de tiburón, raya, otro pez de mayor tamaño y hasta tortuga mueren de debilitamiento al batallar por liberarse y la opción que queda es el aprovechamiento.
El objetivo de la pesca artesanal es el sustento alimentario de las comunidades costeras, que tienen un ingreso económico mediante la comercialización de los subproductos, todo en el marco de una legislación vigente y no de forma industrial o comercial como lo hacen los barcos pesqueros asiáticos.
Mientras el debate se extiende, la CVS recomendó a los pescadores extremar las medidas para evitar en lo posible este tipo de pesca incidental.
