El reciente asesinato de Edwin Andrés Mejía Pastrana, de 17 años, ha sacudido a la comunidad de Torrente, en Ciénaga de Oro, Córdoba. La falta de patrullaje en esta zona y sobre todo, la creciente inseguridad, mantienen en zozobra a la población.
El joven, quien había regresado recientemente de Antioquia en busca de oportunidades laborales, fue abatido por sicarios en la carretera principal de la vereda.
Testigos afirman que los asesinos le preguntaron si era soldado antes de disparar, lo que añade un inquietante misterio al caso.
La comunidad, sumida en el dolor y la indignación, exige una investigación policial exhaustiva y rápida, para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
Residentes en la zona también critican a las autoridades municipales y se preguntan: ¿Qué está haciendo el alcalde en materia de seguridad?”.
Asimismo, advierten que “no hay políticas públicas efectivas para garantizar el orden público en la zona rural del municipio y tampoco en la urbana”. Además, cuestionan la falta de empleo que obliga a los jóvenes a abandonar su tierra en busca de oportunidades.
Los vecinos que conocían a Edwin lo describen como un joven lleno de sueños y aspiraciones, cuyo único “error” fue regresar a su hogar después de intentar buscar un futuro mejor fuera de su municipio.