Grupo de jóvenes que conformaban pandilla juvenil entran a resocialización

Cereté. En las instalaciones del Centro cultural Raúl Gómez Jattin,  11 jóvenes más que delinquían en barrios y corregimientos de Cereté, se entregaron oficialmente al proceso de resocialización que desarrolla la Alcaldía, con el acompañamiento de Fundación Agua de vida, policía nacional y Defensa civil.   “Estos son muchachos que quieren cambiar de vida, darse otra oportunidad y nosotros y asimismo la sociedad debemos creer en ellos”, dijo el Alcalde Francisco Padilla. Con esta nueva entrega se completaron  60 los jóvenes resocializados. Muchos de ellos estudiaron y luego empezaron a trabajar en obras de la Alcaldía y la empresa privada,
10 años atrás

Cereté. En las instalaciones del Centro cultural Raúl Gómez Jattin,  11 jóvenes más que delinquían en barrios y corregimientos de Cereté, se entregaron oficialmente al proceso de resocialización que desarrolla la Alcaldía, con el acompañamiento de Fundación Agua de vida, policía nacional y Defensa civil.  

“Estos son muchachos que quieren cambiar de vida, darse otra oportunidad y nosotros y asimismo la sociedad debemos creer en ellos”, dijo el Alcalde Francisco Padilla.

Con esta nueva entrega se completaron  60 los jóvenes resocializados. Muchos de ellos estudiaron y luego empezaron a trabajar en obras de la Alcaldía y la empresa privada, al evento asistió como invitado especial, el coronel Jesús Díaz Seczon, comandante de policía Metropolitana de Montería. 

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Cambian armas por música 

Luego de un proceso de resocialización a través del cristianismo, los jóvenes conformaron la orquesta “La renovación”, en la cual alternan con estudiantes de diferentes instituciones del municipio.

Lo anterior, se logró luego de un convenio, de $48 millones, suscrito entre la Unidad Nacional de Estupefacientes, la Alcaldía de Cereté y la mencionada fundación que lidera el programa de resocialización. “Nuestro objetivo básico es ayudar a sacar a los jóvenes de la drogadicción con ayuda espiritual”, explicó Luz marina Galindo, de la Fundación agua de vida.