Montería. La poca disponibilidad superficial de agua y la fragilidad de los suelos utilizados en ganadería extensiva, son los factores que en la actual temporada de sequía, han precipitado las afectaciones que sufren municipios de la sabana como Chinú, Sahagún y Tuchín.
El panorama no es para nada alentador, según el Ingeniero ambiental y Jefe de la Facultad de Ingeniaría Sanitaria de la Universidad Pontificia Bolivariana, Yhonattan Méndez Noble, la sabana cordobesa tiene una alta probabilidad de ser la zona más golpeada por el cambio climático en los próximos 30 años.
Según el ingeniero, en esta zona de Córdoba hay reservorios subterráneos de agua, pero acceder a ellos demanda un costo elevado en infraestructura que no puede ser pagada por los pequeños y medianos agricultores.
Según las proyecciones del académico, esta característica hace de la sabana un lugar mucho más susceptible al fenómeno del cambio climático que aflige al planeta, con el agravante de afectar a la despensa agrícola y ganadera de Córdoba.
Aproximadamente el 8% del territorio cultivable de Córdoba está en la sabana y se estima que unas 170.000 hectáreas de maíz, algodón, arroz, ñame, yuca y plátano se verán afectadas si el fenómeno se acentúa con el trascurrir de los años.
En conclusión, el académico planeta que los modelos de producción agropecuaria están abocados a un cambio obligatorio, para hacer sostenible la región, propone la implementación de modelos de captación de agua sostenible, que son efectivos, baratos, pero poco conocidos por los productores.