El gobernador de Córdoba señaló que es muy importante replantear el impuesto del degüello cobrado en el departamento, el cual es el más caro del país y podría estar desincentivando el sacrificio local y en cambio la fuga de ganado gordo hacia plantas de beneficio de departamentos vecinos.
“Mucho del ganado nuestro se lo están llevando en pie hacia otros departamentos y no está tributando, es necesario hacer una reforma real en este sentido para no impactar negativamente las finanzas del departamento, pero a la vez garantizar una oferta que permita estabilizar el precio de la carne y que esta sea asequible para las familias”, dijo el mandatario departamental.
A su turno Santiago Turizo, gerente general de la empresa Frigosinú uno de los tres frigoríficos del departamento de Córdoba, confirmó que en efecto el impuesto de degüello que se cobra en esta sección del país es el más oneroso.
“El que sacrifica tiene que pagar $32.000 por animal, además de ello debe pagar la cuota de fomento ganadero que son $25.000 solo en esos dos ítems ya suman $57.000 y a eso hay que sumarle el costo del sacrificio y la maquila que es bastante costoso por el esfuerzo que debemos hacer los frigoríficos para mantener la inocuidad del producto”, explicó.
El alto precio del impuesto de degüello ha ocasionado una merma en el número de reses que se sacrifican en el departamento de Córdoba, en la experiencia de Frigosinú si antes se sacrificaban en promedio 2.000 reses, ahora son aproximadamente 900, el resto se estaría llevando a departamentos vecinos donde el impuesto es mucho más económico.
Sostiene que este ítem, además de otros factores entre ellos la exportación de ganado en pie, costos de insumos e incremento de costos operativos, impactan el precio final de la carne el cual es la sumatoria de entre el precio de la materia prima y su rendimiento.