Montería. Se trata de una especia de hidrozoo, de mar afuera, conocida también como carabela portuguesa o por su nombre en inglés man of war (Physalia physalis Linné, 1758), medusa o agua mala, que a pesar de su fascinante apariencia, es muy peligrosa para los seres humanos.
Como medida preventiva la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge – CVS, alerta sobre la eventual presencia de la ‘fragata portuguesa’ en las costas del caribe colombiano.
El animal de apariencia gelatinosa, color púrpura y extensos tentáculos tiene alterada la tranquilidad de los turistas que han arribado, durante la temporada, en las islas del Rosario y Barú, lo que es común debido a los efectos causados por las corrientes de agua y vientos, según información del Parque Nacional Natural Los Corales del Rosario y San Bernardo.
Sin embargo, Rafael Espinosa, Biólogo Marino de la CAR – CVS, explica que “durante la temporada de corrientes y vientos, es posible que aparezcan en cualquier playa del Caribe colombiano, debido a que esta especie que presenta un enorme neumatóforo de color azul púrpura, de hasta 30 cm de longitud, flota sobre la superficie y tiene en su cuerpo una vela gelatinosa que, de acuerdo a la acción de la brisa y las mareas, les permite trasladarse de un lugar a otro con absoluta facilidad”.
Esta es una especie bastante peligrosa por su naturaleza urticante. El veneno de la carabela puede ser letal, ya que además de producir picaduras cutáneas de diversa gravedad, podría generar problemas cardiovasculares y respiratorios. Se debe tener en cuenta que aún después de muertas, son peligrosas, puesto que su veneno se conserva hasta que el animal esté completamente seco. Mientras permanezca en el agua, sus toxinas estarán activas.
La picada de la carabela es dolorosa, la persona que tenga contacto con esta especie debe evitar tocar con los dedos los tentáculos y usar en su lugar guantes o una toalla. En caso de presentarse contacto con ella debe enjuagar con agua dulce o salada – no utilizar vinagre. Para el dolor severo trate de aplicar calor o frío, en algunos casos puede requerir atención médica inmediata ya que su picadura puede provocar un shock anafiláctico.
El resultado más común de contacto es la forma del látigo, las lesiones pueden durar de minutos a horas y la erupción puede progresar a hemorragia o ulceración. Los episodios pueden durar cuatro a seis semanas en el sitio de envenenamiento.
La Corporación recomienda a las autoridades marítimas y a los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo de Desastre de los municipios de San Antero, Moñito, San Bernardo del Viendo, Puerto escondido, Los Córdobas y Canalete tomar medidas de precaución con los bañistas ante la posible presencia de la ‘fragata portuguesa’, y alertar a los centros asistenciales de salud sobre una emergencia.