Varias poblaciones de la zona rural del municipio de San Pelayo, en el departamento de Córdoba, se encuentran incomunicadas luego del reciente colapso de un puente ubicado en la margen izquierda del corregimiento de Sabana Nueva. Esta situación ha dejado aisladas a las veredas La Trampa, El Napal, Cañuelar, San Miguel, Bomgamella y otras áreas cercanas.
El puente colapsado comunicaba a estas comunidades con la vía principal, pero su deteriorada estructura construida con madera cedió debido a la falta de mantenimiento, convirtiéndose en un peligro incluso para el tránsito peatonal. La caída de esta infraestructura vial se suma a una larga lista de promesas incumplidas por parte de las autoridades locales.
En el año 2023, la administración municipal de San Pelayo anunció la construcción de un nuevo puente en el mismo lugar, con una inversión estimada de 1.500 millones de pesos. Sin embargo, tras varios retrasos y modificaciones en el contrato, las obras nunca se ejecutaron pese a los compromisos adquiridos con la comunidad.
Inicialmente, se tenía previsto destinar más de 4.000 millones de pesos para la construcción de una placa huella y el puente, pero según versiones oficiales, se recortaron recursos para priorizar la primera obra. A finales de 2023, el contratista alegó demoras por las condiciones climáticas, pero ni siquiera se había iniciado la edificación del puente.
Recientemente, el alcalde William Cavadía informó sobre una nueva licitación para incluir este puente y dos más, generando incertidumbre en la población.
Mientras tanto, los habitantes de estas veredas continúan aislados, con dificultades para acceder a servicios básicos y para la comercialización de sus productos.
