La minera Cerro Matoso enfrenta importantes retos debido a la creciente preponderancia de Indonesia en el mercado global de níquel. Este cambio en la dinámica internacional ha impactado significativamente a los productores de níquel fuera de Indonesia, incluyendo a la operación ubicada en el departamento de Córdoba.
Ricardo Gaviria, presidente de Cerro Matoso, explicó la situación: “No solo la empresa. Yo creo que la situación de Indonesia la estamos afrontando todos los productores de níquel que no estamos en Indonesia. Hace 10 años, Indonesia producía el 10% del níquel en El Mundo, pero decidieron invertir mucho dinero en plantas para producir níquel y ferroníquel, similares a las nuestras y en esta última década ha logrado consolidarse con el mayor productor de níquel del mundo con una posición dominante alrededor del 50%.”
El dominio indonesio ha llevado a un exceso de oferta en el mercado global, provocando una caída en los precios del níquel. En 2023, el precio promedio del metal en la Bolsa de Metales de Londres fue de USD 21,505 por tonelada, un 16% menos que en 2022.
Esta situación ha obligado a Cerro Matoso a implementar estrategias para mantener su competitividad. La empresa ha buscado eficiencias y reducciones en sus costos operativos, al tiempo que explora opciones para aumentar su producción, como la importación de mineral con mayor grado de níquel desde Guatemala.
Gaviría añadió: “Tenemos que buscar, ser muy curiosos, tener una iniciativa importante y para tratar de definir qué otras cosas podemos hacer para garantizar que el negocio sigue siendo sostenible.”
El impacto de la situación se refleja en los resultados financieros de Cerro Matoso, que experimentó una caída del 41% en sus ingresos por ventas en 2023. A pesar de estos desafíos, la empresa mantiene su compromiso con la región, habiendo aportado $1.2 billones en regalías e impuestos al Estado colombiano en el último año fiscal.
La situación de Cerro Matoso es un reflejo de una tendencia más amplia en la industria global del níquel. Varios productores internacionales han tenido que revisar sus operaciones, llegando incluso al cierre temporal o permanente de algunas minas en países como Australia y Brasil.