Montería. La Fundación Operación Sonrisa Colombia y la Clínica Universitaria Medicina Integral (CUMI) de Montería inauguraron una moderna sala de cirugía reconstructiva, dotada por la multinacional Mindray, gracias a una alianza que busca beneficiar periódicamente a decenas de pacientes con labio fisurado y paladar hendido.
La directora ejecutiva de Operación Sonrisa, Marcela Tamayo Londoño, explicó a este medio que la nueva estrategia permitirá dejar atrás las visitas esporádicas de una vez al año, para pasar a jornadas quirúrgicas mensuales.
De esta forma se podrá duplicar la atención en Córdoba, que actualmente es de 40 pacientes anuales, y se garantiza el seguimiento oportuno de cada caso, atendiendo en promedio a 10 pacientes mensuales.
Y es que la sala de cirugía reconstructiva cuenta con equipos de última tecnología para realizar este tipo de procedimientos altamente especializados, gracias a una donación de la empresa Mindray.
El gerente general de la Clínica CUMI, Antonio Jaller Dumar, reveló que con el equipamiento aportado por Mindray, se fortalecerá la demanda de cirugías de la zona de Córdoba, Sucre, Urabá y Bajo Cauca.
“Vamos a empezar nuestros programas de formación de profesionales locales. Nuestro programa va a migrar a partir del 2025, de una misión o de un programa anual a una recurrencia mensual”, afirmó Jaller.
La proyección con la alianza de Operación Sonrisa y CUMI es impactar en 10 años a 23.000 pacientes de Córdoba y otras regiones de influencia.
Según explicó Marcela Tamayo Londoño, la alianza contempla un componente de formación a profesionales locales de especialidades de cirugía, anestesiología, enfermería e instrumentación quirúrgica, entre otras. De esta manera, se busca garantizar la sostenibilidad del programa a largo plazo.
Asimismo, la directora de Operación Sonrisa adelantó que esta experiencia piloto se replicará en otras regiones donde la fundación tiene presencia como Valle del Cauca y Cartagena. El objetivo es descentralizar la atención, acercando los servicios a más zonas del país.
Cabe destacar que nacer con algún tipo de fisura facial, como labio fisurado y paladar hendido, implica múltiples dificultades para el infante, que pueden derivar en problemas permanentes de alimentación, deformaciones faciales, e incluso neumonías por aspiración durante la ingesta de alimentos.
De ahí la importancia de realizar cirugías reconstructivas a edades tempranas, con el fin de evitar complicaciones a futuro y garantizar una adecuada calidad de vida para los pacientes.
