Montería. Los agricultores de este municipio costanero están viviendo una doble calamidad; la fuerte sequía que afecta a gran parte de la región caribe, ha menguado sus cultivos de pan coger, y adicionalmente, los pocos que se salvan, son arrasados por vendavales.
El más reciente ocurrido el pasado sábado, acabó con 220 hectáreas de cultivos de plátano, yuca y maíz, situación que agrava el panorama de los campesinos que viven de los productos que cultivan y que sacan en pequeñas cantidades a las centrales de abasto.
La alcaldesa Esmeralda Valverde, hizo un llamado al Gobierno Nacional y Departamental, en busca de ayudas humanitarias para las familias afectadas y asistencia técnica a los campesinos que perdieron cultivos.
A su turno el Director de la Oficina Departamental de Gestión del Riesgo, Jairo Romero Benítez, sostuvo que el consolidado de daños en las plantaciones, será trasladado a la Secretaría de Desarrollo Económico y Agroindustrial, para que empiecen con los trámites respectivos.