El expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, viajó este sábado a Colombia luego de que el gobierno colombiano le concediera asilo político. Su salida fue posible gracias a un salvoconducto otorgado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá, tras más de un año de permanencia en la embajada de Nicaragua en Ciudad de Panamá.
Martinelli, de 73 años, se había refugiado en la sede diplomática el 7 de febrero de 2024, después de que se ratificara una condena de casi 11 años de prisión por el delito de blanqueo de capitales. La justicia panameña lo responsabilizó por la compra irregular de un grupo de medios de comunicación durante su mandato presidencial entre 2009 y 2014, utilizando fondos públicos obtenidos a través de comisiones en contratos estatales de infraestructura.
La cancillería panameña informó mediante un comunicado que se concedió el salvoconducto “necesario para la segura salida del asilado”, permitiendo su traslado en un vehículo diplomático desde la embajada nicaragüense hasta el aeropuerto, desde donde abordó un vuelo hacia Colombia. No se ofrecieron detalles adicionales sobre su itinerario ni sobre las condiciones del asilo.
En marzo, el presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, quien resultó vencedor en las elecciones del 5 de mayo de 2024 con el respaldo político de Martinelli, había otorgado un salvoconducto para que este pudiera viajar a Nicaragua. Sin embargo, el gobierno de Daniel Ortega rechazó recibirlo, argumentando que no existían garantías de que Martinelli no tuviera una orden de captura internacional vigente, lo cual frustró el intento de traslado.
La condena contra Martinelli fue dictada en 2023 y ratificada a comienzos de 2024 por instancias superiores, incluyendo la Corte Suprema de Justicia. A raíz de la sentencia, el Ministerio Público emitió una orden de captura, lo que llevó al exmandatario a buscar protección diplomática.
Pese a sus problemas judiciales, Martinelli mantenía una alta popularidad y era considerado el principal favorito en las elecciones presidenciales de 2024. Sin embargo, su inhabilitación legal lo obligó a ceder su candidatura a Mulino, su aliado político y actual presidente electo.