Redacción. El parlamentario señaló que el asesinato de un vigilante a manos de pandilleros, en plena vía pública de Santa Marta y ante la vista de decenas de personas, es una muestra del nivel de intolerancia, violencia y peligro que representan las pandillas en la mayoría de las ciudades capitales e intermedias.
“Se salieron de control, se han convertido en una amenaza para las familias en los barrios más vulnerables, ahora no solo son consumidores sino expendedores y traficantes de drogas, la gente les tiene miedo. Nadie se atrevió a intervenir para ayudar esa persona que lapidaron en Santa Marta”, señaló el congresista.
Para el senador Antonio Correa las autoridades y el Gobierno Colombiano no han prestado la debida atención a este fenómeno social el cual cobra relevancia con el postacuerdo, toda vez que la guerra podría trasladarse del campo a las ciudades.
Correa fue más allá y se atrevió a afirmar que muchas de las 8.000 pandillas juveniles existentes en el país han sido permeadas por bandas criminales y pasan a formar parte de los tentáculos del crimen, como extorsionistas y sicarios.
También considera como un hecho grave el asesinato de Kevin Senior, el joven ex pandillero de 23 años de edad que había optado por resocializarse y ayudar a otros jóvenes a dejar esa vida, cuestiona que hay intereses en que convertir a las pandillas en nuevas milicias urbanas.
El parlamentario llamó la atención del Gobierno y pidió realizar de forma expedita un censo nacional para saber cuántos jóvenes están inmersos en este tipo de grupos, y crear políticas de Estado, serias y con rubros de financiación claros y establecidos para iniciar procesos agresivos de resocialización.
► Senador Antonio Correa.