Una nueva tragedia enluta el liderazgo social en Colombia tras el asesinato de Zuleima Mosquera, reconocida dirigente campesina y defensora de derechos humanos, quien fue atacada con arma de fuego en la noche del 18 de mayo mientras compartía con amigos en un establecimiento público del corregimiento de Mondomo, en Santander de Quilichao, Cauca.
Mosquera, quien se desempeñaba como presidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda Puente Real, era una figura destacada en la defensa del territorio campesino y había acompañado procesos comunitarios en Caloto. Además, participó activamente en la creación de la Zona de Reserva Campesina del Pital Pescador, iniciativa que buscaba proteger los derechos territoriales de las comunidades rurales.
Su muerte representa el homicidio número 64 de líderes sociales en lo que va del 2025, según el registro de organizaciones de derechos humanos. La Defensoría del Pueblo había alertado sobre el riesgo que enfrentan los defensores sociales en esta región a través de las alertas tempranas AT 036/23 y AT 019/23, que señalaban el escenario de amenazas contra quienes trabajan por los derechos humanos y el liderazgo social.
La zona donde ocurrió el crimen registra presencia de grupos armados como el Frente Jaime Martínez, el Frente Dagoberto Ramos y el Bloque Occidental Iván Ríos, además de bandas de carácter local que disputan el control territorial.