El municipio de Lorica, en el Bajo Sinú, continúa sufriendo las consecuencias mortales del tránsito de vehículos pesados por sus calles céntricas. La ausencia de una variante para desviar el tráfico de carga ha convertido la concurrida Avenida Bicentenario en un punto crítico de siniestralidad vial, dejando un saldo creciente de víctimas fatales.
El reciente fallecimiento de Alejandro Yánez Herrera, conocido vendedor ambulante de “Bonice”, arrollado por un tractocamión mientras circulaba en su bicicleta por esta arteria principal, ha reavivado el clamor ciudadano por medidas urgentes. Yánez Herrera se suma a la larga lista de víctimas de accidentes en esta vía, paso obligado para quienes se dirigen hacia la zona costera.
La problemática se agudiza ante la cancelación del proyecto de construcción de una variante para Lorica. Inicialmente contemplada en los planes viales, la obra fue excluida del contrato de concesión debido a disposiciones ambientales del Consejo de Estado que elevaron significativamente sus costos. La concesión Ruta al Mar y el Gobierno Nacional no se comprometieron a asumir este incremento y la decisión final privó al municipio de esta infraestructura crucial.
El tránsito desmedido de vehículos de carga pesada por el centro urbano no solo pone en riesgo la vida de peatones y conductores locales, sino que también genera congestión y deterioro acelerado de la infraestructura vial existente. La comunidad loriquera, hastiada de contabilizar pérdidas humanas, exige acciones concretas a las autoridades competentes.
El llamado se dirige principalmente al Gobierno Nacional y a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), instándoles a reconsiderar la construcción de la variante o a implementar medidas alternativas que mitiguen el riesgo.
Entre las propuestas surgidas de la ciudadanía, se contempla la posibilidad de establecer horarios restringidos para el paso de vehículos pesados o la adecuación de rutas alternas dentro del municipio.
Mientras las autoridades no tomen cartas en el asunto, los habitantes de Lorica seguirán expuestos a un peligro constante en sus propias calles, pagando con vidas el precio del progreso mal planificado.