Presidente Santos descarta reinicio de fumigaciones aéreas con glifosato

       El jefe de Estado, descartó utilizar nuevamente las aspersiones aéreas con glifosato para combatir los cultivos ilícitos en país, afirmando no poder ir en contravía del fallo de la Corte Constitucional que lo prohíbe. El nuevo debate sobre la posibilidad de volver a utilizar este mecanismo de erradicación fue abierto por el Fiscal General Néstor Humberto Martínez, quien a través de una carta al Ministro de Justicia, solicitó evaluar la conveniencia de reanudar las fumigaciones áreas. La propuesta del Fiscal...


El jefe de Estado, descartó utilizar nuevamente las aspersiones aéreas con glifosato para combatir los cultivos ilícitos en país, afirmando no poder ir en contravía del fallo de la Corte Constitucional que lo prohíbe.

El nuevo debate sobre la posibilidad de volver a utilizar este mecanismo de erradicación fue abierto por el Fiscal General Néstor Humberto Martínez, quien a través de una carta al Ministro de Justicia, solicitó evaluar la conveniencia de reanudar las fumigaciones áreas.

La propuesta del Fiscal General, de inmediato tuvo repercusiones en diferentes sectores, sobre todo en poblaciones indígenas quienes la rechazaron de tajo, aduciendo que la medida es dañina para la salud de la población y  cultivos legales.

Asimismo, el presidente Santos, consideró las fumigaciones con glifosato como ‘paños de agua tibia’ al real problema del narcotráfico y precisó que en los acuerdos de La Habana, se diseñaron mecanismos alternativos para luchar contra los cultivos ilícitos.

A su turno, el presidente del Partido Conservador, David Barguil, pidió no descartar del todo la posibilidad, dado el aumento significativo del área cultivada de coca en el país.

“Según entendidos en la materia, este año vamos a cerrar con 200 mil hectáreas de coca sembradas y de acuerdo con la Casa Blanca ya estamos en las 159 mil hectáreas, lo cual demuestra un fracaso en la política de erradicación de cultivos”, señaló.

Para Barguil, el aumento de los cultivos y la alta cotización del dólar, significa una bonanza del narcotráfico, panorama muy dañino para consolidar la paz en el país, toda vez que es el principal financiador de los grupos armados ilegales.