Ojo con los alimentos que consume en Semana Santa

       Como es costumbre, el consumo de productos de mar aumenta de manera considerable durante la Semana Mayor. Por tradición, en muchos hogares, la vigilia es considerada una obligación durante estos días, minimizando así el consumo de carnes rojas, incrementando a su vez la ingesta de pescado. Habitualmente en el transcurso de esta época, se presentan diferentes infecciones transmitidas por alimentos, a causa de su mal preparación o su dudosa procedencia. Si presenta síntomas como vómito, dolor abdominal, calambres o malestar...


Como es costumbre, el consumo de productos de mar aumenta de manera considerable durante la Semana Mayor. Por tradición, en muchos hogares, la vigilia es considerada una obligación durante estos días, minimizando así el consumo de carnes rojas, incrementando a su vez la ingesta de pescado.

Habitualmente en el transcurso de esta época, se presentan diferentes infecciones transmitidas por alimentos, a causa de su mal preparación o su dudosa procedencia. Si presenta síntomas como vómito, dolor abdominal, calambres o malestar general; hidrátese, y evalué la necesidad de recibir asistencia médica.

Si los síntomas se agudizan, recuerde que  puede consultar la red de urgencias de su EPS.

 Recomendaciones

De las características de conservación del producto y la manipulación en la preparación del mismo, depende en gran parte evitar una intoxicación. Por eso, si está pensando en degustar su paladar con dichos alimentos, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones infaltables a la hora de comprar y preparar pescado.

Lo primero es comprar el producto en un lugar de confianza donde le garanticen su idoneidad, desde su procedencia pasando por el manejo (cadena de frio) hasta la manera como lo exhiben al público. En dado caso que se presente un inconveniente, tendrá quién le responda.

Específicamente en el pescado, debe estar atento a las siguientes características que pueden indicar la condición del producto:

Ojos: que estén presentes dentro del lugar que les corresponde, que sean firmes, brillantes, que tengan la pupila oscura y que no presenten ningún color extraño.

Agallas: que no presenten sustancias viscosas ni olores muy fuertes. Que sean de color homogéneo rojizo y que conserven cierta humedad.

Cuerpo: debe estar firme y adherido al hueso, que al pasar la mano conserve su estado natural y no se deslice o se pegue a los dedos.

Escamas: deben presentar consistencia y firmeza entre ellas, si están viscosas no es un buen síntoma.

Piel: firme, húmeda, tersa, adherida al músculo, sin arrugas ni laceraciones

Olor: si bien es cierto el pescado tiene un olor característico, este no debe ser muy fuerte,   este es el principal indicador del estado del producto.

No olvide que al momento de la preparación, se debe estar igual de atento que en la compra, pues el riesgo de contaminación aumenta considerablemente. Para tal fin, es importante:

No mezcle productos, evite la ´contaminación cruzada´. Este fenómeno se da muy a menudo, sobre todo al quitarle las escamas a los pescados, pues estas se pueden mezclar con los otros alimentos (verduras, cereales). Es fundamental que no se mezclen fluidos, procure realizar la preparación del pescado, aparte de los complementos.

Conserve el producto en recipientes herméticos hasta la hora de ponerlos a cocinar, no los exponga por un tiempo prolongado al ambiente pues la presencia de bacterias, sumado a la condición propia del pescado, puede que degenere en rápida descomposición del mismo.

No deje alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de dos horas, ni descongele a temperatura ambiente.