En una declaración que ha sacudido el panorama del proceso de paz, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, puso en tela de juicio la disposición del Ejército de Liberación Nacional (ELN) para retomar las negociaciones. Sus palabras llegan en medio de una escalada de violencia contra la infraestructura petrolera del sur del país, atribuida al grupo guerrillero.
“No ha sido voluntad del ELN reanudar los diálogos de paz”, sentenció Velásquez, desbaratando la noción de que el grupo insurgente estuviera inclinado a volver a la mesa de negociaciones. Esta aseveración cobra relevancia tras el reciente ataque al oleoducto Caño Limón-Coveñas.
El ministro insinuó que estos actos de sabotaje podrían formar parte de una estrategia para ejercer presión sobre el ejecutivo y la ciudadanía. “No tiene que presionar precisamente porque se haga algo”, apuntó Velásquez, dejando entrever que el Gobierno no se doblegará ante tácticas intimidatorias.
El ministro Iván Velásquez afirmó que el ELN es quien no tiene voluntad de retomar el cese al fuego, mientras que la delegación del gobierno sí está dispuesta a continuar con el proceso. Esta declaración subraya las dificultades en las negociaciones de paz. pic.twitter.com/RG3hc4fKSm
— LA RAZÓN. CO (@LaRazonCo) August 27, 2024
La arremetida contra el oleoducto no solo ha causado estragos económicos, sino que también ha despertado alarma por sus potenciales repercusiones ambientales. Este atentado se erige como un desafío directo a la política de “paz total” promulgada por la actual administración.
El Gobierno se encuentra ahora ante la disyuntiva de cómo responder a estas agresiones sin cercenar por completo la posibilidad de diálogo, mientras mantiene una postura firme contra el uso de la violencia como herramienta de negociación.