La semana pasada, el fisicoculturista Illia Golem, uno de los más destacados a nivel mundial, falleció con tan solo 36 años por un paro cardíaco.
El pasado 6 de septiembre, Golem empezó a presentar problemas y fue rescatado y trasladado en helicóptero a un centro médico. Poco después, los médicos confirmaron que había quedado en estado de muerte cerebral.
Sin embargo, en el centro de salud no especificaron las causas de su fallecimiento, pero los expertos manejan varias hipótesis, incluyendo un posible ataque cardíaco relacionado con su intenso régimen de entrenamiento y el uso de esteroides.
Golem pesaba 160 kilos y medía 1,85 metros, un cuerpo que mantenía con una dieta extremadamente calórica. Tanto así que consumía nada menos que 16.500 calorías diarias, repartidas en al menos siete comidas.
El culturista llevaba un complicado estilo de vida, dado que estaba expuesto a riesgos como el uso de sustancias como anabolizantes y synthol, así como la inmensa ingesta de calorías.
El synthol es un medicamento utilizado por algunos culturistas para aumentar el volumen de sus músculos de manera rápida y sin esfuerzo físico. Esta sustancia está compuesta por un 85% de aceite, un 7,5% de lidocaína (un anestésico local) y un 7,5% de alcohol bencílico.
