Silvia Pinal, ícono del cine mexicano y musa del director español Luis Buñuel, falleció este jueves en Ciudad de México a los 93 años, marcando el fin de una era dorada del séptimo arte latinoamericano.
La legendaria actriz, quien debutó en 1949 con “El pecado de Laura”, construyó una carrera extraordinaria que alcanzó reconocimiento internacional gracias a su colaboración con Buñuel en tres obras maestras: “Viridiana”, “El ángel exterminador” y “Simón del desierto”. “Soy la única que hizo tres películas con él. Ni Catherine Deneuve ni Jeanne Moreau, ni nadie”, afirmó orgullosa en una entrevista.
Pinal fue pionera en múltiples aspectos: realizó uno de los primeros desnudos en el cine mexicano, salvó “Viridiana” de la censura franquista sacándola clandestinamente de España, y posteriormente triunfó en teatro, televisión y hasta en política como diputada del PRI.
La actriz, quien celebró sus 93 años en septiembre afirmando sentirse “como de 18 años”, deja un legado invaluable que incluye un premio Ariel por “Un rincón cerca del cielo” (1952) y el teatro que lleva su nombre en Ciudad de México. Le sobreviven sus hijos Sylvia, la cantante Alejandra Guzmán y Luis Enrique.
Con su partida, México pierde no solo a una estrella del cine, sino a una figura que representó la época de esplendor de una industria que ahora lucha por sobrevivir entre recortes públicos y nuevas plataformas digitales.
