La infraestructura actual de gas natural en Colombia podría ser insuficiente para satisfacer la creciente demanda en el interior del país, según advirtieron expertos del sector energético. El único gasoducto que conecta la región Caribe con el centro del país no tiene la capacidad necesaria para cumplir con las proyecciones de consumo a mediano plazo.
Flover Rodríguez, director de la Asociación Colombiana de Geólogos y Geofísicos del Petróleo (ACGGP), destacó la urgencia de abordar este desafío. “Debemos revisar la infraestructura y trabajar por eso. Tenemos un solo tubo que conecta el gas del Caribe con el interior y la capacidad de ese tubo no está acorde a las proyecciones de demanda que va a haber en el interior”, afirmó Rodríguez.
La ACGGP propone dos posibles soluciones para enfrentar este problema: aumentar la capacidad del gasoducto existente o construir nueva infraestructura. Ambas opciones requerirían inversiones significativas y planificación a largo plazo.
El suministro adecuado de gas natural es crucial para la matriz energética de Colombia y su desarrollo económico. La demanda de este combustible ha aumentado en los últimos años debido a su menor impacto ambiental en comparación con otras fuentes de energía fósil.
Rodríguez enfatizó la importancia de actuar con prontitud: “Es importante que podamos empezar a trabajar, sea en ampliar la capacidad de ese tubo o en diseñar una infraestructura adicional para suplir esa demanda”.
Además de la ampliación de infraestructura, los expertos sugieren otras medidas para garantizar el suministro futuro de gas. Entre ellas, se encuentra la liberación de información técnica del subsuelo para fomentar nuevas exploraciones y la diversificación de fuentes energéticas.
“El subsuelo nos puede ayudar con eso. En el subsuelo hay geotermia, en el subsuelo puede haber hidrógeno blanco para que añadamos una serie de nuevos energéticos”, explicó Rodríguez.
La advertencia sobre la infraestructura de gas se suma a otros desafíos que enfrenta el sector energético colombiano, como la necesidad de fortalecer el diálogo social en los territorios y la transición hacia fuentes de energía más sostenibles.
