Auckland, Nueva Zelanda, se convirtió en una de las primeras grandes ciudades del mundo en recibir el Año Nuevo 2026 con espectáculos de fuegos artificiales y celebraciones masivas, mientras gran parte del planeta continuaba transitando las últimas horas del 31 de diciembre.
Kiribati fue el primer territorio en inaugurar el nuevo ciclo anual, seguido por Nueva Zelanda y Australia, donde los festejos marcaron el inicio de las celebraciones que avanzan progresivamente según los husos horarios alrededor del globo.
A las 00:00 horas del 1 de enero de 2026, el Año Nuevo ya había sido recibido en diversos países de Asia y Oceanía, incluyendo Corea del Norte, Corea del Sur, Japón, Palaos y Timor Oriental, regiones que por su ubicación geográfica experimentan la transición temporal antes que el resto de continentes.
Los países del Pacífico protagonizaron las primeras imágenes de las festividades globales, con reuniones multitudinarias y espectáculos pirotécnicos que fueron transmitidos internacionalmente, sirviendo como anticipo de las celebraciones que posteriormente se desarrollarían en Europa, África y el continente americano.






