El gobierno de Estados Unidos reactivó una ley de finales del siglo XVIII para deportar a 238 ciudadanos venezolanos señalados como presuntos miembros del Tren de Aragua hacia El Salvador, donde permanecerán encarcelados por al menos un año.
La Ley de Enemigos Extranjeros, promulgada en 1798 y sin utilizar desde la Segunda Guerra Mundial, permite al presidente estadounidense detener o deportar a ciudadanos de naciones consideradas hostiles sin necesidad de audiencias previas ni debido proceso legal.
“Hoy llegaron a nuestro país los primeros 238 miembros de la organización criminal venezolana, Tren de Aragua”, anunció el presidente salvadoreño Nayib Bukele, quien confirmó que fueron trasladados inmediatamente al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT).
Como parte del acuerdo, Estados Unidos pagará 6 millones de dólares a El Salvador para mantener a estos detenidos, un arreglo que según Bukele contribuirá a “hacer autosostenible nuestro sistema penitenciario, que hoy por hoy cuesta $200 millones al año”.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, agradeció al mandatario salvadoreño, a quien describió como “el líder más fuerte de la región” y “un amigo” de Estados Unidos, señalando que el acuerdo “ahorrará dinero a los contribuyentes estadounidenses”.
Junto a los presuntos miembros del Tren de Aragua, también fueron enviados 23 supuestos integrantes de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) que eran buscados por la justicia salvadoreña, incluidos dos presuntos cabecillas.