El presidente del Congreso y miembro de la Comisión Tercera del Senado, Efraín Cepeda, cuestionó la necesidad de una nueva reforma tributaria cuando existen 103 billones de pesos sin ejecutar en las arcas del Estado.
El legislador señaló una paradoja en la gestión fiscal del gobierno: mientras se buscan recaudar 7, 8 ó 9 billones adicionales, hay recursos significativos que permanecen sin utilizarse.
Cepeda advirtió sobre una preocupante caída del 20% en el recaudo tributario, atribuyéndola directamente a lo que describe como un “desprecio al sector privado”.
El presidente del Congreso explicó la relación causal entre la desconfianza empresarial y la disminución en la recaudación: cuando cae la inversión privada, se reducen las utilidades empresariales, lo que inevitablemente lleva a una menor recaudación fiscal.
La solución, según el congresista, no radica en aumentar impuestos sino en generar un ambiente propicio para atraer la inversión privada, sugiriendo un cambio fundamental en la aproximación económica del gobierno actual. Esta posición refuerza la necesidad de priorizar la ejecución eficiente de los recursos existentes antes de buscar nuevas fuentes de ingreso.