La reducción del 19.3% en muertes por siniestros viales en Montería durante 2024 esconde una realidad devastadora: 75 personas han perdido la vida en las calles de la ciudad. A pesar de registrar 18 fallecimientos menos que en el mismo periodo de 2023, el promedio de dos víctimas semanales evidencia una tragedia que sigue golpeando a las familias monterianas.
El alcalde, Hugo Kerguelén García, reconoció la dualidad de las cifras. “Si bien los datos muestran una tendencia positiva, cada vida perdida es una tragedia irreparable”, manifestó tras confirmar que octubre cerró con cinco fallecidos y noviembre ya supera esa cifra con seis víctimas fatales.
“Es un recordatorio de que, aunque avanzamos, aún tenemos mucho por hacer. Les invito a ser actores viales responsables: no manejen en estado de embriaguez, usen el casco, respeten los semáforos y mantengan velocidades por debajo de 50 km/h”, añadió el mandatario municipal.
La tragedia golpea especialmente a la comunidad motociclista: 56 de los fallecidos viajaban en moto, más del 70% del total de víctimas. Nueve peatones también perdieron la vida, junto a un ciclista, dos usuarios de servicio de pasajeros y seis de vehículo individual, según reporta la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
Los siniestros en las vías se manifiestan principalmente en choques entre motocicletas, que cobraron 16 vidas, mientras que 14 personas fallecieron cuando sus motos impactaron contra objetos fijos. Once muertes involucraron vehículos de transporte de carga y pasajeros con motocicletas, y 14 más ocurrieron en colisiones entre vehículos particulares y motocicletas.
El rostro más cruel de esta realidad se refleja en el perfil de las víctimas: la mayoría son adultos jóvenes entre 20 y 35 años, dejando familias rotas y sueños truncados. Los fines de semana resultan especialmente letales, acumulando 38 de las muertes entre viernes y domingo. La noche se torna más peligrosa: 16 personas perdieron la vida entre las 8 de la noche y la medianoche.
Las autoridades municipales enfatizan que, pese a la reducción en las cifras, cada muerte representa una tragedia evitable. La prevención, el respeto a las normas de tránsito y la conducción responsable siguen siendo las principales herramientas para evitar que más familias monterianas tengan que vivir el dolor de perder a un ser querido en las vías.
