La Ciénaga de Ayapel, uno de los principales ecosistemas acuáticos de Córdoba, enfrenta una crisis ambiental debido a la contaminación por mercurio, ácidos y gasolina provenientes de más de 120,000 hectáreas de minería ilegal en el Bajo Cauca. La situación requiere un doble enfoque: recuperación del ecosistema y combate frontal a las actividades ilegales que lo contaminan.
“La preocupación que tiene con la ciénaga de Ayapel que tenemos todos los cordobeses […] es consecuencia de la minería ilegal en el Bajo Cauca, donde más de 120,000 hectáreas de economía ilegal de minería ilegal están contaminando las fuentes hídricas con mercurio, con ácido, con gasolina”, alertó el exministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa, durante el primer Summit de Economía Verde en Montería.
Respecto a esta situación y al llamado hecho desde la Gobernación de Córdoba en la reciente COP 16, el exministro sostuvo que ya se están estructurando proyectos de recuperación para la ciénaga, pero advirtió que los esfuerzos podrían ser en vano, si no se ataca la fuente de contaminación en el Bajo Cauca.
El plan para recuperar este importante cuerpo de gua debería contemplar acciones tanto de restauración ecológica como de control a las actividades mineras ilegales que afectan la cuenca.
La problemática de la Ciénaga de Ayapel fue uno de los temas centrales presentados por Córdoba en la reciente COP 16 de biodiversidad, evidenciando la necesidad de atención internacional para enfrentar esta crisis ambiental que afecta a uno de los humedales más importantes del Caribe colombiano.
El impacto de la minería ilegal no solo afecta el ecosistema acuático sino también la salud pública y las actividades económicas de las comunidades que dependen de la ciénaga. La contaminación por mercurio representa un riesgo particular por su capacidad de bioacumulación en la cadena alimentaria.