El Gobierno Nacional confirmó que Colombia tiene garantizado el abastecimiento de gas natural para 2025, incluso bajo un escenario crítico como el Fenómeno del Niño.
El anuncio se realizó durante una rueda de prensa donde se presentaron las cifras y estrategias para asegurar el suministro energético del país.
Según las proyecciones oficiales, el déficit previsto de 119 millones de pies cúbicos será cubierto mediante una combinación de gestión de demanda, producción nacional y contratación excedentaria.
De este total, 40 millones serán gestionados directamente por Ecopetrol, mientras que los 79 millones restantes se garantizarán a través de gas en firme y nuevas fuentes de producción.
Orlando Velandia, presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), explicó: “En condiciones hidrológicas normales, el déficit podría ser alrededor de 50 millones de pies cúbicos que pueden ser fácilmente atendidos con la contratación excedentaria que el gestor del mercado está determinando”.
El plan incluye la entrada en operación de nuevos campos como Sinú-9, que aportará 28 millones de pies cúbicos antes de finalizar 2024, y el campo Arrecife, que sumará 10 millones adicionales.
Estas nuevas fuentes, junto con la regulación reciente que permite considerar el gas de campos en pruebas como gas en firme, fortalecerán la capacidad de respuesta del sistema.
El ministro de Minas y Energía, Omar Andrés Camacho, afirmó: “Tenemos todas las cifras, los números y la garantía de que para el 2025 no tendremos ninguna dificultad para el abastecimiento de gas. Hemos venido adoptando una serie de medidas tanto regulatorias como operativas”.
Las medidas implementadas incluyen ajustes regulatorios para mejorar la contratación, optimización de infraestructura existente y fortalecimiento de la producción nacional. El gobierno también ha establecido un comité interinstitucional para coordinar y monitorear permanentemente la situación energética del país.
La estrategia contempla además la priorización del gas nacional sobre las importaciones y la implementación de programas de gestión de demanda, especialmente en el sector industrial, como parte de los objetivos de la transición energética.
